¡CUIDADO CON EL SOL!

Aprovechando que llega el buen tiempo y empieza la temporada de ir a la playa, desde Corrillos os queremos recordar que aunque tomar el sol aporta numerosos beneficios para la salud de nuestros hijos tenemos que ser conscientes de los riesgos que puede comportar. Durante el verano es cuando la radiación solar es más fuerte y, por lo tanto, más agresiva para la piel, sobre todo para la de los más pequeños puesto que éstos son más vulnerables a las amenazas medio ambientales. Hay que ir con mucho cuidado con los niños y el sol, ya que son un grupo de alto riesgo. Es importante que, desde muy pequeños protejáis y eduquéis a vuestros hijos para evitar exposiciones excesivas.

Actualmente se sabe que la radiación UV provoca lesiones irreversibles en las células y la alteración del sistema inmunitario. Estas radiaciones se acumulan en nuestro organismo y los efectos de la exposición no aparecen hasta muchos años después. A largo plazo la exposición cutánea continuada al sol produce el envejecimiento prematuro de la piel. También puede ocasionar eritemas solares y quemaduras, lesiones oculares (cataratas) y, en casos muy extremos, incluso cáncer de piel. Y esto no sólo afecta a las pieles más claras, sino a todas, incluso a las más bronceadas.
Todos estos riesgos los podemos evitar tomando una serie de medidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) podemos tomar estas precauciones:

• Por un lado, hay que evitar exponer la piel de los niños a los rayos solares en las horas centrales del día (de 12 del mediodía a 5 de la tarde).
• Tener en cuenta el índice UV para saber cuando hay que usar protección solar.
• Aprovechar las sombras cuando los rayos UV sean más intensos pero sin olvidar que los árboles, las sombrillas o los toldos no protegen totalmente contra la radiación solar.
• También es necesario usar filtros solares de ámplio espectro. Cuánto más alto sea el factor de protección, mejor. Se tiene que aplicar al menos media hora antes de exponer la piel al sol y se tiene que reaplicar cada dos horas. Atención: el hecho de usar cremas con filtros solares no significa que se pueda prolongar la exposición al sol.
• Vestir los niños con ropa que los proteja: gorros de ala ancha para proteger los ojos, las orejas, la cara y la parte posterior del cuello; gafas con protección solar; prendas de vestir anchas y de tejido apretado; camisetas de baño con protección solar
• Los bebés tienen que estar siempre a la sombra

Tenemos que tener en cuenta que, aunque hay días en verano nublados o con brisa, en los que no notamos un excesivo calor ambiental, la radiación UV es la misma que en un día totalmente soleado. Por lo tanto, estos días también tenemos que tener cuidado y proteger la piel de nuestros hijos.
Las temperaturas extremas o el exceso de calor producen una pérdida de líquidos y de sales minerales que son necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Por lo tanto, además de proteger los pequeños de los rayos solares, también hay que ir con cuidado de que no sufran deshidratación, un golpe de calor o una insolación. Éstos serían las señales de alerta que tenemos que tener en cuenta:

• Temperatura muy alta
• Dolor de cabeza
• Náuseas
• Sed intensa
• Convulsiones
• Somnolencia o pérdida del conocimiento

En Corrillos hemos querido consultar a los especialistas para saber qué productos podemos encontrar en nuestra isla para proteger la piel de los más pequeños. Jordi Ventura, farmacéutico adjunto de la Farmacia des Viver, nos ha enseñado cuáles son los filtros solares más recomendables para los niños. Nos ha mostrado diferentes productos de conocidas industrias farmacéuticas (Bioderma, Roche-Posay, Isdin, Avène). Estas casas ofrecen diferentes formatos de aplicación: cremas, leches, sprays, geles y fluidos. Como veréis, no tenemos ninguna excusa para no proteger la piel de nuestros hijos ya que se adaptan a todas nuestras necesidades: la mayoría ofrecen resistencia al agua y son resistentes a la fricción, alguno de estos productos se puede poner directamente sobre la piel mojada, otras son aptas para piel atòpica y podemos también encontrar para bebés a partir de 0 meses con exposición indirecta al sol.